El reflujo gastroesofágico es una afección que puede afectar a casi el 50% de los lactantes y que se produce cuando el contenido del estómago regresa a través del esófago. Los bebés pueden sufrir de reflujo desde las primeras semanas de vida, y en la mayoría de los casos, mejora a medida que el niño crece y su sistema digestivo madura.
Los bebés con reflujo suelen presentar síntomas como vómitos frecuentes (incluso después de la alimentación), regurgitaciones, tos y/o dificultad para respirar. Además, pueden tener problemas para ganar peso, irritabilidad y problemas para dormir.
Es importante destacar que el reflujo en los bebés es normal en cierta medida. De hecho, la mayoría de los bebés regurgitan una pequeña cantidad de leche después de cada alimentación. Sin embargo, cuando esta regurgitación se convierte en un problema para el bebé, es esencial tomar medidas para ayudar a aliviar los síntomas y garantizar que el bebé esté cómodo y saludable.
En algunos casos, ciertos alimentos que la madre consume pueden contribuir a la aparición o empeoramiento del reflujo en el bebé. Los alimentos ácidos, picantes o grasos, así como el café, el alcohol y el chocolate, pueden aumentar la acidez del contenido estomacal y desencadenar o empeorar el reflujo en el bebé.
Por lo tanto, como primer paso, se recomienda que las madres eviten los alimentos que saben que pueden provocar problemas digestivos en el bebé. Además, se recomienda realizar cambios graduales en la dieta para evitar cambios drásticos que puedan afectar la producción de leche materna o el bienestar de la madre.
Mantener una dieta balanceada y saludable es beneficioso para la madre y el bebé. Algunas estrategias nutricionales que pueden ayudar a prevenir el reflujo en los bebés durante la lactancia incluyen:
Es fundamental que los bebés con reflujo se alimenten en una posición vertical, con la cabeza elevada a 30 grados. Esto permite que el alimento se mueva más fácilmente hacia el estómago y minimiza el regreso del contenido gástrico al esófago. Algunas posiciones recomendadas para amamantar a un bebé con reflujo incluyen:
Además de las estrategias de alimentación materna mencionadas anteriormente, existen otros consejos que pueden ayudar a prevenir y aliviar el reflujo en bebés:
Si bien el reflujo en los bebés es común y puede mejorar con el tiempo, puede ser una preocupación para los padres y afectar la calidad de vida del bebé. Adoptar estrategias de alimentación materna adecuadas y otras formas de aliviar el reflujo en los bebés (como la posición de alimentación) puede hacer una gran diferencia.
Si el reflujo persiste o los síntomas son más graves de lo que se espera, es importante buscar ayuda de un médico para evaluar la condición del bebé y determinar si se necesitan tratamientos adicionales.